sábado, 31 de mayo de 2008

Cabernet

Qué lástima que me lo serví todo...

Porque el vino bueno se toma mejor de a poco, de a sorbitos.
Y porque también es más fácil terminar lo que queda de la botella sirviéndote de a poco, que enfrentar la inmensidad del vaso lleno, o casi lleno.
Tal vez la copa medio vacía de vino permite que este se airee mejor, y gane más cuerpo, libre del sutil excedente de alcohol. O tal vez sea solamente el efecto psicológico y la facilidad de dejarte llevar por algo que no sabés que está sucediendo mientras sucede y sos parte de eso.
También puede ser más entretenido para las musas el ir y venir de la botella al vaso, del vaso a la mesa y de la mesa al vaso; más por diversión que por el hecho de tener algo para contabilizar. Porque las musas nunca fueron buenas para los números.

Igualmente, el tiempo, o el evaporamiento, o los labios, o la garganta, cuando no un codazo certero, dejan secos al vidrio. Indefectiblemente, eso siempre sucede.



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